La autoestima es el concepto que tenemos sobre nosotros mismos, incluyendo nuestra autoimagen. 

Las personas con una alta autoestima son aquellas que son lo que quieren ser. En cambio, aquéllos que perciben una gran diferencia entre cómo se ven y cómo les gustaría ser tienen baja autoestima. 

Quererse a uno mismo significa aceptarse tal y como uno es, pero nunca dejando la superación personal de lado. Visto así parece difícil, verdad? Cómo encontrar un punto medio entre la lucha por la mejora constante y la aceptación de lo que uno es? No hay que confundir aceptarse con conformarse, ni luchar por mejorar con luchar por ser lo que uno no es. 

Nos encontramos sumergidos en una sociedad en cambio constante, donde tenemos que adaptarnos a nuevas tendencias, tecnologías, modelos de vida… donde cada vez se pide más en los trabajos, donde se valora más que nunca a la belleza y la juventud. Cómo encontrar nuestro sitio en un mundo tan complejo? 

Para empezar, es importante escucharte, hacer un ejercicio delante del espejo y preguntarse: 

– siento que merezco ser feliz?
– me siento querida tal y como soy?
– soy capaz de reconocer mis necesidades? O me ignoro a veces?
– los demás me respetan?
– los demás me cuidan tanto como les cuido yo a ellos? están compensadas las relaciones?- si no me cuidan, es porque no me dejo cuidar?
– me siento orgullosa de mi mismo?
– la gente me aprecia? 

– evito encuentros por mi inseguridad?- me considero atractiva?
– me siento apoyada en mis decisiones?
– recibo el cariño que necesito?

– siento que estoy alcanzando mis objetivos en la vida, o me veo fracasado?

A través de las respuestas que te irás haciendo, verás más o menos por dónde anda tu autoestima. Estas preguntas pueden ser el punto de partida para conocerte un poco mejor. También es importante echar una mirada hacia atrás y valorar en qué punto nuestra autoestima empezó a fallar. Si es desde la infancia, desde la adolescencia, o por un hecho doloroso… esto sirve para detectar aquellos factores que van o han ido en nuestra contra, y elaborar de este modo estrategias para hacernos fuertes y afrontarlos. 

Cada uno de nosotros es un ser especial e inimitable. Es por eso que debemos creer en nosotros mismos, porque las cualidades que tenemos son únicas. 

Y es que la autoestima es la fuerza que impulsa al organismo hacia la vida, hacia la ejecución harmónica de sus funciones y hacia su desarrollo . Sólo si somos conscientes de nuestro potencial, de nuestras necesidades, sólo si confiamos en nosotros tendremos la voluntad para lograr nuestros objetivos

Si tenemos una alta autoestima podemos lograr que los acontecimientos externos negativos nos afecten menos, y que aquello que logremos (sea un nuevo trabajo, un piso…) lo sintamos como algo merecido, y no fruto de la suerte. 

Tener una alta autoestima no es sinónimo de ser egoísta. Hay quien confunde el quererse con el creerse superior a los demás. Tienes derecho de decirte: “soy simpático, tengo sentido del humor, soy inteligente…”. 

Tenemos que vigilar con lo que nos decimos, porque nuestro lenguaje interno también condiciona la autoestima. Si en lugar de decirnos “soy inteligente” nos decimos “soy tonto, no valgo, soy un inútil”… nos estamos haciendo daño.

Otros consejos para mejorar tu autoestima son:

  • ríete de tus propios errores
  • valórate en función de tus criterios, no según como te valoren los demás.
  • respeta y mima a tu cuerpo
  • descansa cuando estés agotado
  • confía en tu capacidad para tomar decisiones
  • relaciónate contigo como si fueras tu mejor amiga
  • cambia los pensamientos negativos por los positivos
  • no permitas que los demás te pisen ni te traten mal. Ponles límites
  • atrévete a hacer una psicoterapia se crees que te  hace falta ayuda
  • recuerda que tú eres lo más importante
  • no te compares
  • recuérdate tus logros
  • reconócete el esfuerzo 

Si sigues estos consejos verás que subir tu autoestima es más fácil de lo que te imaginas Se trata en resumen de convertir en un hábito el tratarnos bien